El Rasposo (Gobius incognitus), es un góbio que puede llegar a alcanzar unos 10 cm de longitud, de cuerpo cilíndrico aunque algo comprimido lateralmente en la zona caudal. Las mejillas son desnudas y la narina anterior presenta un lóbulo cutáneo simple. El disco pélvico se encuentra completo, estando la membrana anterior bien desarrollada. La primera aleta dorsal con 6 radios espinosos y la segunda con 1 espinoso y 13 o 14 blandos; pectoral con 16 o 17 blandos, los superiores libres en parte; anal formada por 1 espinoso y 12 – 14 blandos. Presenta entre 50 y 56 escamas en la línea lateral. Color pardo claro, moteado con manchas más oscuras, amarillentas o blanquecinas. Una mancha en la inserción de la pectoral y otra que recorre longitudinalmente el ojo.

Es normal poder encontrarlos hasta 5 metros de profundidad, en fondos mixtos de arena y piedra. Se refugia en los tentáculos de las Anémonas en caso de detectar un posible peligro. Su alimentación está basada en crustáceos, algas e invertebrados. Cuando se ven amenazados se apresuran a esconderse en huecos o grietas.

La época de reproducción es entre los meses de marzo y mayo. La madurez sexual es durante el primer año de vida. Las hembras depositan entre 1.200 a 10.000 huevos de forma alargada. Los huevos los pone en conchas vacías y huecos de piedras. Se reproduce de abril a agosto en el litoral. Para poder encontrarlo, debemos observar bien el terreno, ya que prefiere los fondos arenosos y rocosos litorales hasta los 30 metros de profundidad, y con una temperatura del agua entre los 15 y los 24º. Se mueve pegado a las rocas, y para poder mantenerse firmemente fijado al suelo, tienen las aletas ventrales soldadas.